En tiempos recientes , no se recuerda cancelación de la misma o que las celebraciones se realice de manera privada y sólo vistas a través de redes sociales.

Los tiempos de la pandemia del COVID-19 o coronavirius están marcando un parteaguas , un antes y un después de la pandemia que , sin lugar a dudas, cambiará la percepción de los tepeaquenses en mucho aspectos de la vida familiar, social y cotidiana en el futuro próximo cercano.

Todos esperamos que los estragos y consecuencias de la pandemia sean los mínimos posibles , y que las familias, aún con dificultades, carencias y recesión económica que vivimos , se sobrepongan y salgan adelante en una dinámica que no da pausas, respiros y recesos para contemplar lo que esta pasando.

Nos debemos adecuar a la realidad o seremos rebasados por la misma .La Semana Santa será muy diferente a lo acostumbrado .

Se extrañará la presencia , el próximo domingo, de los artesanos de la palma que año con año , con hábiles, diestras y presurosas manos elaborando sus productos en el zócalo de la ciudad para ofrecerlos a los feligreses y presentarlos en templos en el Domingo de Ramos .Eso no se dará porque los templos estarán cerrados y en esa fecha sólo está vivo el recuerdo de la entrada de Jesús a Jerusalem a través de las Redes Sociales.

Cómo olvidar las celebraciones de Jueves Santo en la parroquia de San francisco de Asís con la presencia de miles de fieles en el Ex convento Franciscano, que ahora, por la pandemia , cerrarán sus puertas y serán testigos mudos de una celebración que será a puerta cerrada , sin procesiones a los barrios ,ni lavatorios de los pies a los apóstoles , ni mucho menos adoración de Jesús sacramentado en templos hasta altas horas de la noche .

La convivencia en familia en los tradicionales y abarrotados puestos de nieve e para degustar el delicioso mantecado , mueganos y pastelillos tendrá que esperar mejores tiempos por qué en esta ocasión no podrá ser posible.

Los oficios del Viernes Santo,Viacrucis, alfombras multicolores adornando las calles desde el Ecce Homo al Calvario y las tradicionales 7 Palabras serán para otro tiempo porque en este año las calles lucirán lúgubres y solitarias .

Los oficios de ese día serán privados y la numerosa procesión del Silenció del Calvario al Convento solo evocará añoranza de lo que no se puede realizar en este año 2020.Una semana Santa, en la primavera de este año, será muy diferente a lo que estábamos acostumbrados a vivir.

Lamentablemente tampoco veremos la imagen del Santo Niño Doctor de los Enfermos en la procesión de Viernes Santo llevando su mensaje de amor y esperanza los fieles poblanos.

El Sábado Santo con la iluminación del Fuego Nuevo y las vísperas de la Pascua no serán iguales ; no habrá encuentro y abrazo fraternal por causa de una epidemia que nos ha cambiando por completo nuestra forma de vida en estos tiempos y lo que están por venir.

A final de cuentas debemos tener presente que solo cambia la forma ,pero el fondo seguirá siendo el mismo y la experiencia dolorosa de este tiempo sin lugar a dudas nos fortalecerá para que en el futuro próximo valoremos más lo que tenemos y que en ocasiones hemos injustificadamente ignorado.

El panorama también será similar el próximo 30 de abril y todo lo que involucra.

Al Tiempo.

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