Windows 8.1 ha generado una considerable disparidad de opiniones. Ciertamente los cambios que ofrece resultan bastante buenos, pero como siempre la pluralidad de opiniones sigue haciéndose notar con dos sectores enfrentados, los que reniegan del cambio que el nuevo SO de los de Redmond supone frente a Windows 7 y los que, por el contrario, están conformes con el mismo.
Ésta no es, sin embargo, la única controversia que ha suscitado Windows 8.1. Para algunos estamos ante una actualización, mientras que otros lo ven como una mejora. Para poner fin a la cuestión Microsoft ha salido al paso y ha comentado que Windows 8.1 es una actualización y que, precisamente por eso, es totalmente gratuita. Sí, esto quiere decir que una mejora habría tenido un coste para el usuario.
Por otro lado debemos destacar que Microsoft siempre se ha referido a Windows 8.1 como “actualización” y no como mejora, de hecho Tami Reller, vicepresidente ejecutiva de márketing de Microsoft, dijo en su momento que “es una actualización gratuita cargada de funcionalidades”.
No podemos terminar sin extraer un detalle importante de la explicación de Microsoft, el concepto de “mejoras de pago”, algo que nos invita a pensar que la compañía de Redmond podría estar considerando dar el salto a dicha modalidad de negocio en su sistema operativo. Lo dicho, en caso de materializarse, podría suponer la llegada de mejoras periódicas en vez de nuevos sistemas operativos cada cierto tiempo.
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