- En centro histórico comerciantes y restauradores se preparan para celebrar el dos de febrero.
Tepeaca de Negrete.-Como es tradición desde hace 50 años, comerciantes y restauradores de imágenes del Santo Niño arrancaron en el centro histórico de Tepeaca ,el arreglo y dignificación de Niños con miras a la celebración del Día de la Candelaria que se festejará el próximo sábado 2 del febrero en la parroquia de San Francisco de Asís y Santuario del Santo Niño Jesús Doctor de los Enfermos.
A un costado de la avenida Negrete Oriente, en el centro y la avenida Morelos Sur , comerciantes y artesanos exhiben diversas imágenes así como gran cantidad de prendas en colores y estilos, para que los fieles adquieran en diversos precios y al alcance de todos los bolsillos para vestir las imágenes que serán presentadas en el templo y bendecidas en las celebraciones del sábado 2 de Febrero.
A pesar de la difícil situación económica y la complicada cuesta de enero ,los comerciantes esperan la visita en sus locales de cientos de personas de la cabecera y comunidades aledañas en busca del traje idóneo , para vestir las imágenes del Niño Dios que fue acostado la noche del pasado 24 de diciembre en los hogares tepeaquenses y con ello cumplir parte de los cánones dispuestos en la partida de rosca del pasado 6 de enero.
Al respecto la parroquia de San Francisco de Asís de Tepeaca hizo un llamado a los fieles a vestir con decoro las imagenes del Niño Dios este 2 de febrero , con prendas o ropones blancos , evitando vestirlo de santo, ángel o deportista, ya que por su carácter divino la imagen de Jesús Niño está por encima de Angeles y Santos.
En el Santuario del Santo Niño Jesús Doctor y parroquia habra celebraciones eucaristicas en diferentes horario el próximo sábado para bendecir imágenes del Niño Jesús.
Es importante apuntar que la festividad del Día de la Candelaria , como marca la tradición,se celebra, según el calendario o santoral católico, el 2 de febrero en recuerdo al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén (Lc 2;22-39) y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento (Lev 12;1-8).