En este cuarto Domingo de Adviento nuestra mirada se coloca en María, la gran mujer que nos enseña cómo esperar verdaderamente a Jesús, cómo llevarlo a los demás y compartir esa alegría plena.
En este cuarto Domingo de Adviento nuestra mirada se coloca en María, la gran mujer que nos enseña cómo esperar verdaderamente a Jesús, cómo llevarlo a los demás y compartir esa alegría plena.