La pasada contienda electoral que se realizó recientemente , en donde se eligieron a doce gobernadores de igual número de estados en la república, dejo una gran enseñanza a todos los sectores de la sociedad: el hartazgo de los mexicanos por la realidad social, económica y política que vive el país.
Con el sufragio de los mexicanos de doce estados, se dijo no al rumbo actual que sigue el país, en donde la incertidumbre , pobreza extrema y la fragilidad económica son el derrotero lamentable de todos los días .La mayoría de los analistas serios coinciden en que los resultados de las pasadas elecciones ,en donde el gran perdedor fue el PRI, son un reflejo fiel del rechazo de los mexicanos al rumbo que sigue el país bajo la dirección del actual presidente de México.
El rotundo triunfo de Tony Gali era algo que se esperaba y no hubo sorpresa . Los resultados de de encuestadoras serias como Reforma, Mas Data, Mendoza Blanco y Asociados, El Financiero, María de las Heras y Centro de Estudios consultivos, reflejaron lo que era una voz cantada en Puebla: el triunfo contundente e incuestionable del abanderado de Sigamos Adelante José Antonio Gali Fayad.
Durango, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Aguascalientes y Chihuahua también manifestaron su rechazo en las urnas.
Los resultados servirán para hacer una reflexión profunda y seria ,principalmente al interior del PRI,para analizar y corregir el rumbo de ese partido en una sociedad dinámica que ya no cree en los políticos rancios , demagogos y sus discursos añejos populistas que en nada abonan al crecimiento y desarrollo de los municipios, estados y , por supuesto, país.
En toda la república urgen cambios que reviertan la pobreza extrema en desarrollo; que incentiven la inversión para impulsar el crecimiento económico; que fortalezcan la transparencia y rendición de cuentas y , sobre todo erradicar la corrupción, el imbatible mal, de todos los ordenes de gobierno que tiene sumergido a México en la ignominia , atraso y marginación.
Es imperativo sacudir de los partidos políticos a todos aquellos rufianes , que con su proceder insensible y falta de visión solidaria , han contribuido a la marginacion un México ,que un siglo después de la lucha fraticidad por mejores condiciones de vida, sigue esperando que la Revolución le haga justicia a los mexicanos.
Tepeaca no debe ser ajena a los cambios y ,desde ahora , con más sensibilidad , debe tenerse una visión más participa e incluyente que realmente impulse el crecimiento y desarrollo de nuestros pueblos además de ofrecer mejores expectativas a la gente que, como señalamos anteriormente, ya no quiere paliativos como los programas asistenciales federales ni despensas , sino soluciones reales que mejoren su calidad de vida y se reflejen todos los dias en su mesa y bolsillo, y no nada más en tiempos de elecciones.