En el corazón de Puebla, donde las tradiciones se entretejen con las aspiraciones de un pueblo trabajador, Tepeaca se prepara para un 2027 que podría marcar un punto de inflexión. Las elecciones municipales, que se vislumbran como una batalla entre la continuidad morenista y el anhelo de cambio, ya generan murmullos en los mercados y las calles empedradas. Una encuesta reciente, realizada por TepeacaNoticias a través de Facebook y que refleja el pulso digital de la ciudadanía, pone sobre la mesa nombres que evocan tanto nostalgia como esperanza. Pero entre ellos, uno destaca con una fuerza innegable: Sergio Juárez Martínez, el actual delegado del Bienestar, con un respetable 25.82% de las preferencias. ¿Es este el comienzo de un ascenso imparable? Los números, y el contexto político, sugieren que sí.
Para contextualizar, recordemos que Tepeaca no es ajena a las dinámicas de poder. En 2018, Juárez Martínez compitió por la presidencia municipal bajo las siglas del PRI, logrando un sólido 24% de los votos en una contienda reñida que ganó Sergio Salomón Céspedes Peregrina, de la coalición Por Tepeaca al Frente. Aquel resultado no fue un fracaso, sino la semilla de una resiliencia que hoy florece. Años después, en diciembre de 2024, el gobernador Alejandro Armenta Mier lo designó Delegado del Bienestar en la microregión de Tepeaca, un cargo que lo posiciona como puente entre el estado y el municipio. Esta designación no fue casual: Armenta, con su visión de coordinación y paz social, reconoció en Juárez un aliado firme, capaz de garantizar “trato amable y firmeza” en temas clave como seguridad y bienestar. Es aquí donde el crecimiento de Juárez se hace evidente: de candidato opositor a figura clave en la maquinaria gubernamental, su trayectoria ha evolucionado de la confrontación electoral a la construcción de consensos.
La encuesta de TepeacaNoticias lo corrobora con creces. Con 25.82%, Juárez no solo se posiciona cómodamente, sino que duplica el apoyo de Pepe Huerta Espinoza (16.70%), quien representa una opción más tradicional dentro del espectro local. Mauricio Céspedes Peregrina, con 27.68%, aparece como un contendiente fuerte, pero su porcentaje parece más un eco de legados pasados , de su hermano ex gobernador, que un impulso fresco. Isauro Rendón Vargas, exalcalde y actual Director General de Gobierno de Puebla —otro nombramiento de Armenta—, suma 15.75%, un respaldo respetable pero insuficiente para desafiar la cima. Los demás, como Martín/David Huerta Ruiz (5.85%), Miguel Tonatiuh Aguilar (3.91%) y Rebeca Sánchez González (4.29%), orbitan en porcentajes marginales, lo que subraya la polarización hacia dos o tres figuras principales.
¿Qué explica este crecimiento de Juárez? Primero, su arraigo. Tepeaca es un municipio de campo y comercio, donde la gente valora a quienes conocen el polvo de las calles y el sudor de la siembra. Juárez, con su experiencia en campañas previas y su rol actual en Bienestar , ha tejido una red de confianza que trasciende partidos. En un estado donde Morena arrasó en 2024 —ganando la alcaldía con Alfredo Velázquez Romero, el más votado en la historia del municipio—, Juárez representa una alternativa viable para quienes buscan cambio sin rupturas radicales. Su designación estatal lo alinea con políticas de bienestar que resuenan localmente: pensemos en el acuerdo con el expresidente López Obrador para extender pensiones a personas con discapacidad en Tepeaca, un gesto que humaniza su figura y toca fibras sensibles en una comunidad de 996 beneficiarios directos.
Segundo, el timing es perfecto. A dos años de las elecciones, como señala un análisis reciente en Tepeaca Noticias, Morena consolida su hegemonía, pero el proceso interno para seleccionar candidatos promete ser “competitivo y estratégico”. El liderazgo de Armenta como gobernador será clave, y Juárez, como delegado, ya opera en ese tablero. Su crecimiento en la encuesta —de un 24% en 2018 a casi 26% en sondeos informales de 2025— no es casual: refleja una ciudadanía harta de promesas vacías y ávida de líderes que entreguen resultados tangibles, como la coordinación en seguridad que Armenta elogió en su primera reunión con delegados.
Claro, no todo es color de rosa. Juárez arrastra sombras, como la sanción de 84 mil pesos impuesta por el Tribunal Electoral del Estado en 2019 por irregularidades en su campaña priista. Ese episodio, aunque resuelto, podría ser munición para opositores que lo tachen de “vieja política”. Sin embargo, en un contexto donde encuestas como esta (aunque no científicas, por su origen en Facebook) capturan el sentir popular, su momentum sugiere redención. Tepeaca, con su historia de alternancias —del PRI a Morena y viceversa—, podría inclinarse por Juárez si él capitaliza su rol estatal para impulsar obras locales: pavimentación en comunidades como San Bartolomé Huyapan, apoyos a productores agrícolas, locatarios del mercado Tepeyacatl, estudiantes de la primaria de San Hipólito Xochiltenango o fortalecimiento del DIF municipal.
En resumen, rumbo a 2027, Sergio Juárez Martínez emerge no solo como un favorito, sino como el catalizador de un renacer tepeaquense. Su crecimiento, del 24% al 25.82%, es más que un salto numérico: es la validación de un liderazgo que une experiencia con empatía. En un municipio donde el 35.92% de participación electoral en 2018 mostró un electorado vigilante, Juárez tiene la oportunidad de transformar preferencias en votos. Si Morena impone su maquinaria, el desafío será interno; si la oposición se fragmenta, su camino se allana. Lo cierto es que Tepeaca merece un alcalde que no prometa la luna, sino que ilumine el camino con acciones concretas. Juárez, por ahora, parece llevar la antorcha más alta. El 2027 nos dirá si esa luz se convierte en faro.
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